martes, 26 de junio de 2012

Nuevas herramientas para la detección de genes relacionados con el autismo


Investigadores de la UCLA han combinado dos herramientas, la expresión génica y el uso de sangre periférica, con el objetivo de expandir el arsenal científico de métodos para la localización de genes que juegan un papel en el autismo. El estudio, publicado en la revista Americal Journal of Human Genetics, presenta unos  resultados que podrían ayudar a los científicos a descubrir los genes que pueden representar futuras dianas terapéuticas de la enfermedad.
“Los avances tecnológicos nos permiten secuenciar rápidamente el genoma y descubrir docenas de mutaciones raras. Pero sólo porque una una mutación genética particular sea rara, no significa que dicha mutación esté causando la enfermedad. Hemos usado una nueva aproximación para probar la presencia de nuevos precursores potenciales del autismo a partir fallos genéticos ocasionales”, explicó el investigador principal, el Doctor Daniel Geschwind.
Geschwind y sus colegas estudiaron el ADN presente en muestras sanguíneas procedentes de un total de 244 familias que tenían un hijo normal y otro hijo con alteraciones de espectro autista. El equipo empleó un método híbrido que permite combinar tests que lee el orden de los ácidos nucleicos con otro que analiza la expresión génica, el proceso mediante el cual los genes realizan proteínas celulares.
“La monitorización de la expresión génica nos proporciona otra línea de datos para informar a nuestro conocimiento de cómo se desarrolla el autismo. Integrando este método con la secuenciación de ADN, expande nuestra capacidad para encontrar mutaciones que produzcan la enfermedad”, dijo Geschwind.
La expresión génica ofrece una señal molecular que permite a los científicos seguir en la dirección correcta, estrechando el campo y dándole más importancia a unas áreas específicas del genoma. Por ejemplo, si un gen es expresado en unos niveles substancialmente mayores ó menores en un paciente, los investigadores podrán revisar el ADN del paciente para ver qué gen está variado.
“Hemos encontrado que podemos usar la expresión génica para ayudar a comprender cuando una mutación rara está causando una enfermedad ó ayudando al desarrollo de la enfermedad. Una mutación alterará la secuencia génica modificando la proteína y el ARNm que produce ó impidiendo la producción de la proteína”, dijo Geschwind.
“Una mutación génica acompañada de un cambio en la expresión nos aporta un punto caliente en el genoma lo que directamente nos conduce a ver lo siguiente. No todas las mutaciones afectan a la expresión génica, pero este enfoque nos permite mejorar nuestra capacidad para identificar aquellos genes causales”, añadió.
Los investigadores emplearon este método combinado que prioriza los objetivos génicos , que merecen una investigación más en profundidad, potencialmente explicando por que una persona desarrolla autismo y su hermano no lo dessarrolla.
La investigación reveló nuevas regiones en el genoma en donde las variaciones genéticas mostraban una fuerte relación con el autismo y con patrones de expresión génica alterada. Los genes de estas regiones son más propensos a sufrir mutaciones en niños con trastornos de espectro autista, que en sus hermanos sanos.
Finalmente, el equipo de investigación descubrió que el ADN contenido en las células de la sangre periférica puede ayudar a arrojar luz sobre las enfermedades que afectan al sistema nervioso central. Las células cerebrales y los genes relacionados con la función sináptica se están expresando en la sangre, ofreciendo una nueva ventana en la expresión génica.
“El tejido cerebral de las personas que padecen autismo no está disponible para su estudio, y algunas personas son reacias a usar tejido de origen no neural en el caso de enfermedades psiquiátricas, pero nuestro estudio demuestra que también la sangre periféricua puede expandir nuestro conocimiento sobre enfermedades neurológicas”, explico Geschwind.
El siguiente paso del equipo será replicar sus resultados en un mayor número de individuos.
El autismo es una enfermedad cerebral compleja que se manifiesta a principio de la infancia. La condición afecta a la habilidad de los niños de comunicarse y de desarrollar relaciones sociales y a menudo se acompaña de cambios agudos en el desarrollo. Las enfermedades de espectro autista se diagnostican en un total de un caso por cada 110 niños en los Estados unidos, afectando cuatro veces más a niños que a niñas. Su diagnóstico ha aumentado unas diez veces en la última década.

Fuente: Science Daily. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario