miércoles, 17 de octubre de 2012

Investigadores en neurociencia encuentran el “cómo” y el “dónde” de la formación molecular de la memoria


Los investigadores de la New york University y de la University of California, en Irvine, han aislado el “cuándo” y el “dónde” de la actividad molecular que ocurre en la formación de la memoria a corto, intermedio y largo plazo. Sus hallazgos, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ofrece nuevas ideas sobre la arquitectura molecular de la formación de la memoria y, con ello, un mejor mapa para el desarrollo de intervenciones terapéuticas para afecciones relacionadas.
“Nuestros hallazgos proporcionan un conocimiento profundo de cómo se crean las memorias”, explicó el jefe del grupo de investigación Thomas Carew, profesor del NYU´s Center for Neural Science. “La formación de la memoria no es simplemente un asunto de activar ó inhibir moléculas, mas bien, es el resultado de una relación temporal y espacial compleja de interaccione y movimientos moleculares.”
Los neurocientíficos previamente habían descubierto diferentes aspectos de la señalización molecular con respecto a la formación de la memoria. Pero lo que menos se comprende es la relación espacial entre moléculas y cuándo estas están activas durante este proceso.
Para abordar esta cuestión, los investigadores investigaron las neuronas de la babosa de mar Aplisia californica, la cual se trata de un organismo modelo que tiene mucha importancia en este tipo de investigaciones, porque sus neuronas son entre unas 10 y 50 veces más grandes que las de las de los vertebrados, y poseen una red de neuronas relativamente más pequeñas, característica esencial que realmente nos permite el análisis de la señalización molecular durante la formación de la memoria. Por otra parte, este mecanismo codificante para las memorias está altamente conservado en la evolución, por lo que es similar al de los mamíferos, haciéndolo un modelo apropiado para el conocimiento de cómo este proceso trabaja en los humanos.
Los científicos centraron su estudio en dos moléculas, MAPK y PKA, las cuales se ha visto en investigaciones previas que están implicadas en muchas formas de memoria y de plasticidad sináptica, esto es, cambios en el cerebro que ocurren tras una interacción neuronal. Pero menos se comprendía de cómo y dónde estas moléculas interactúan.
Para explorar esto, los investigadores sometieron a las babosas de mar a un entrenamiento de sensibilización, el cual inducía un incremento en un comportamiento reflejo de falta de respuesta tras un shock leve en la cola,  en este estudio, lo que hicieron, fue activar el nervio de la cola. A continuación examinaron la actividad molecular subsecuente tanto de la enzima MAPK, como de la PKA. Se ha visto que ambas moléculas están implicadas en la formación de la memoria para la sensibilización, pero la naturaleza de su interacción está menos clara.
Lo que encontraron es que MAPK y PKA coordinan su actividad en la formación de las memorias tanto espacial, como temporalmente. Específicamente en la formación de memorias a plazo intermedio (horas) y a largo plazo (días), tanto la actividad de MAPK y de PKA ocurre cuando MPKA estimula la acción de PKA. En contraste, en la memoria a corto plazo (menos de 30 minutos), sólo la enzima PKA está activa, si la participación de la MAPK.

Fuente: New York University (2012, October 15). Neuroscientists find the molecular `when´ and `where´ of memory formation. ScienceDaily.

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