Las emociones como el miedo, la ira, la tristeza y la
alegría permiten a las personas adaptarse a su entorno y reaccionar con
flexibilidad al estrés y a la tensión; siendo vitales para los procesos
cognitivos, reacciones fisiológicas y para el comportamiento social. El
procesamiento de las emociones está estrechamente vinculado determinadas
estructuras cerebrales, concretamente, al sistema límbico. Dentro de este
sistema, la amígdala juega un papel central, debido a que procesa las emociones
negativas como la ansiedad y el miedo. Si la actividad de la amígdala se
desequilibra, se puede desarrollar depresión o un trastorno de ansiedad.
Los investigadores en el Hospital psiquiátrico de la
Universidad de Zurich ahora han demostrado que la psilocibina, el componente
bioactivo de un hongo alucinógeno mexicano, influye en la amígdala, debilitando
así el procesamiento de los estímulos negativos. Estos hallazgos podrían
"indicar el camino a nuevos enfoques para el tratamiento", comenta el
autor principal Rainer Krähenmann en base a los resultados que recientemente
han publicado en la revista Journal of
Biological Psychiatry.
El procesamiento de las emociones puede verse afectado por
diversas causas y suscitar desórdenes mentales. La actividad elevada de la
amígdala en respuesta a estímulos conduce en las neuronas a un fortalecimiento
de las señales negativas y debilitando el procesamiento de las señales
positivas. Este mecanismo desempeña un papel importante en el desarrollo de los
trastornos de ansiedad y en la depresión. La psilocibina interviene
específicamente en este mecanismo, como ha sido demostrado por el equipo de
investigación del Dr. Rainer Krähenmann de la Neuropsicofarmacología y Unidad
de Imagen Cerebral dirigido por el Prof. Dr. Franz Vollenweider.
La psilocibina influye positivamente en el estado de ánimo
en personas sanas. En el cerebro, esta sustancia estimula la expresión de los
receptores de serotonina. Por tanto, los científicos asumieron que la
psilocibina ejerce su efecto de mejora en el estado de ánimo a través de un
cambio en el sistema serotoninérgico en el sistema límbico. Esto podría, de
hecho, ser demostradao mediante imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).
"Incluso una dosis moderada de psilocibina debilita el procesamiento de
los estímulos negativos mediante la modificación de la actividad de la amígdala
en el sistema límbico, así como en otras regiones del cerebro asociadas",
continúa Krähenmann. El estudio muestra claramente que la modulación de la actividad
en la amígdala está directamente relacionada con la un buen estado de ánimo.
Según Krähenmann, esta observación es de gran importancia
clínica. Pacientes depresivos en particular, reaccionan más a los estímulos
negativos y sus pensamientos a menudo giran en torno a los contenidos
negativos. Por lo tanto, los médicos ahora desean demostrar con futuros
estudios si la psilocibina normaliza los niveles de estímulos negativos presentes
en los pacientes depresivos, como se ha visto en estudios de neuroimagen, y por
lo tanto pueden llevar a mejorar el estado de ánimo en estos pacientes.
Rainer Krähenmann considera que la investigación de nuevos
enfoques de tratamiento de la depresión es muy importante, porque las drogas
actuales disponibles para el tratamiento de la depresión y los trastornos de
ansiedad no son eficaces en todos los pacientes y a menudo se asocian con
efectos secundarios no deseados.
Fuente: Science Daily
No hay comentarios:
Publicar un comentario