Investigadores de la Universidad de Sheffield han desarrollado un polímero que emite fluorescencia en presencia de bacterias, lo que allana el camino para la aparición de un sistema de detección y evaluación de que una herida está infectada, utilizando luz ultravioleta.
Cuando el polímero está contenido en un gel y éste se aplica a una herida, el nivel de fluorescencia detectado a continuación podrá alertar a los clínicos de la severidad de la infección. Los polímeros están unidos de manera irreversible a fragmentos de antibióticos, los cuales se unen a cualquier bacteria gram positiva ó gram negativa, causando ambos tipos de bacterias infecciones muy graves, informando a los médicos si se necesitan emplear antibióticos ó no, y el tipo de tratamiento más apropiado que debe de prescribir. El equipo también descubrió que podían usar el mismo gel para eliminar las bacterias de las heridas infectadas en tejido epitelial creado in vitro.
La profesora Sheila MacNeil, una experta en ingeniería de tejidos u en cicatrización de heridas dijo: “Los polímeros incorporan un colorante fluorescente y se han diseñado para reconocer y unirse a bacterias, lo hacen colapsando su alrededor. Este cambio en la forma del polímero genera una señal fluorescente la cual hemos sido capaces de detectar usando una lámpara ultravioleta de mano”.
“Disponer de estos geles puede ayudar a los médicos y a las enfermeras encargadas de hacer curas tomar decisiones rápidas, que informen sobre el tratamiento de heridas y ayudar a reducir un uso excesivo de antibióticos”, dijo el Dr. Steve Rimmer.
Actualmente, la determinación de los niveles de infección bacteriana consiste en la toma de muestras de secreciones de las heridas con hisopos, con los cuales luego se realiza un cultivo bacteriano en un laboratorio especializado en microbiología, cuyos resultados tardan varios días en estar disponibles. El equipo confía que su tecnología pueda, en última instancia reducir el tiempo de detección de infecciones bacterianas a unas pocas horas, ó incluso menos.
La investigación ya ha demostrado que el polímero denominado PNIPAM, modificado con el antibiótico vancomicina y conteniendo un colorante fluorescente como es el bromuro de etidio, muestra una clara señal fluorescente cuando se expone con bacterias gram negativas. Otros polímeros se ha visto que responden a Staphylococcus aureus, una bacteria gram positiva. Estos avances significan que ya se puede desarrollar un sensor de mano para utilizar en clínica.
Esta investigación es el resultado de un proyecto que ya lleva tres años, el cual comenzó en el año 2006, y ha sido financiado en parte por el Engineering and Physical Sciences Research Council (EPSRC) y el Defence Science and Technology Laboratory (Dstl), una agencia del ministerio de defensa inglés, la cual está interesada en la aplicación médica de esta investigación en los lugares en donde se desarrolle una guerra; posteriormente el EPSRC financio becas para estudios de doctorado.
El equipo también está investigando si el uso de una sofisticada técnica denominada fluorescencia de transferencia de energía no radiante (NRET, de sus siglas en inglés), puede generar una señal luminosa la cual podría permitir una tecnología sensora altamente refinada, la cual podría tener aplicaciones en otras áreas.
“Por ejemplo, pensamos que la técnica NRET podría ser muy útil en el control antiterrorista y en el de la salud pública, detectándose así la liberación de patógenos ó una contaminación bacteriana, ya sea accidental ó deliberada” dijo el Dr. Rimmer. “La técnica NRET también nos permite aprender más acerca de cómo el polímero se colapsa alrededor de la bacteria, lo que es importante en el desarrollo de nuestro conocimiento de cómo las bacterias interactúan con estos nuevos polímeros”.
Fuente: Science Daily
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