El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más
común en el hombre y un tratamiento temprano usualmente es muy exitoso. Sin
embargo, como en otros tipos de cáncer, la obesidad incrementa el riesgo de
enfermedades de próstata agresivas. Una nueva investigación, publicada en la
revista BMC Medicine, encontró que la
grasa alrededor de la próstata en hombres con sobrepeso u obesos con cáncer de
próstata proporciona un ambiente favorable para promover el crecimiento del
cáncer.
La grasa generalmente en un órgano subestimado. No sólo es
un almacén de energía, sino que también secreta una gran variedad de factores
de crecimiento, citoquinas y hormonas, entre las que se incluyen la leptina y
la adiponectina, y juega un papel esencial en el sistema inmune, el cual
protege al cuerpo de infeciones y enfermedades. Pero un exceso de grasa puede
causar que estos sistemas se desorienten, pudiendo incrementar el riesgo de
padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Un equipo internacional, liderado por la profesora Gema
Frühbeck y el doctor Ricardo Ribeiro, han analizado grasa, de alrededor de la
próstata, tomada de pacientes que se sometieron a cirugía por padecer una enfermedad
de próstata. Entre las muestras se incluían las de hombres con hiperplasia de
próstata benigna (BPH), cáncer de próstata (PC) y de hombres en los que el
cáncer ya no estaba confinado sólo en la próstata. Los pacientes también se
clasificaron en dos grupos posibles: delgados, con un índice de masa corporal
inferior a 25; y con sobrepeso/obeso, con un índice de masa corporal superior a
25.
Sin tener en cuenta el tipo de enfermedad de próstata, los
hombres con sobrepeso tenían unos niveles diferentes de actividad génica en la
grasa que rodea su próstata, en comparación con los hombres delgados. Entre
estos se incluyen genes que codifican proteínas implicadas en la inmunidad, en
la inflamación, tales como el gen LEP, que codifica la proteína leptina, crecimiento
y proliferación celular, entre los que se incluía el gen ANGPT1 el cual
codifica la angiopoietina 1, del metabolismo lipídico y de la muerte celular
programada.
Adicionalmente, se ve alterada la actividad de más genes
entre los pacientes con hiperplasia y cáncer de próstata, y entre aquellos que
padecen cáncer con los que el cáncer ya está diseminado, sugiriendo esto un
incremento gradual en la desregulación durante la progresión del cáncer.
El profesor Frühbeck explicó: “tanto los genes LEP y ANGPT1
codifican proteínas que se cree que juegan papeles más allá del tejido adiposo,
especialmente porque las células de cáncer de próstata poseen receptores para
la leptina y para la angiopoietina 1. Esto junto con unos niveles anormales de
actividad en otros genes que en última instancia fomentan el crecimiento de la
masa grasa, reducen la inmuno vigilancia y promueve la formación de nuevos
vasos sanguíneos, produciendo un ambiente favorable para la progresión del
cáncer de próstata”.
El doctor Ribeiro dijo: “En una población obesa en
incremento, el conocimiento de cómo la grasa, especialmente la que rodea la
próstata, puede influir en el crecimiento y severidad del cáncer de próstata,
lo que puede proporcionar una oportunidad para implementar un estilo de
vida y unas estrategias terapéuticas
personalizadas”.
Fuente:
BioMed Central Limited (2012, September 25). Obesity promotes prostate cancer
by altering gene regulation. ScienceDaily.
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