El estudio, en el que participaron investigadores del Kings
College de Londres, la Harvard University y el Hospital General de
Massachusetts, se centró en las células madre situadas en el interior de los
músculos para averiguar por qué la capacidad del músculo para regenerarse
disminuye con la edad.
En cada músculo existe un depósito latente de células madre
listo para activarse durante el ejercicio y reparar cualquier daño. Cuando es
necesario, estas células se dividen en cientos de nuevas fibras musculares que
reparan el músculo. Al final del proceso de reparación algunas de estas células
también reponen la reserva de células madre latentes, a fin de que el músculo
mantenga la capacidad de repararse a sí mismo una y otra vez.
Los investigadores llevaron a cabo un estudio en ratones de
edad avanzada observando que el número de células madre latentes se reduce con
la edad, lo que podría explicar la disminución de la capacidad del músculo para
repararse y regenerarse a medida que envejece.
Al analizar los músculos de estos ratones el equipo encontró
altos niveles del factor de crecimiento de los fibroblastos 2 (FGF2), una
proteína que tiene la capacidad de estimular a las células a dividirse. Además,
FGF2 también podía despertar la reserva latente de células madre, incluso
cuando no era necesario. Esta activación continua agota las reservas de células
madre latentes, así que, cuando el músculo las necesita, éstas son incapaces de
responder adecuadamente.
A raíz de este hallazgo, los investigadores trataron de
inhibir FGF2 mediante la administración de un fármaco común, el cual fue capaz
de frenar la disminución de células madre en los ratones.
Albert Basson, coautor y profesor en el Kings College de
Londres, señala que "este estudio ha revelado, por primera vez, un proceso
que podría ser responsable de la pérdida de masa muscular debida al
envejecimiento. Además, este hallazgo abre la posibilidad de que algún día
podamos desarrollar tratamientos para hacer que los músculos viejos sean
jóvenes de nuevo".
Otro autor del estudio, Andrew Brack, de la Harvard
University, apunta que "de manera análoga a la importancia de la
recuperación de los atletas que entrenan para un evento deportivo, ahora
sabemos que es esencial que las células madre adultas descansen entre series de
gasto muscular".
El siguiente paso de los investigadores será analizar el
envejecimiento muscular para comprobar si el mismo mecanismo en ratones podría
ser responsable del agotamiento de las células madre en fibras musculares
humanas.
Fuente: Europa Press, Madrid, 27 de Septiembtre
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