Investigadores de la Loyola University Chicago Stritch School of Medicine han informado sobre un posible test sanguíneo para diagnosticar ataques al corazón. Los investigadores, los cuales publicaron en la revista Journal of Molecular and Celular Cardiology, informando de que una gran proteína, conocida como proteína C enlazadora miosina cardíaca (cMyBP-C) es liberada a la sangre tras un ataque al corazón.
“Esto podría ser la base para una nueva prueba, la cual se usaría conjuntamente con otras pruebas sanguíneas, para ayudar en el diagnóstico de los ataques al corazón” dijo el autor Sakthivel Sadayappan. “Esto es el comienzo. Serán necesarios muchos estudios adicionales para establecer la proteína cMyBP-C como un biomarcador válido para los ataques de corazón”.
Sadayappan es profesor en el departamento de Fisiología Molecular y Celular en la Loyola University Chicago Strich School of Medicine. El primer autor es Suresh Govindan, investigador postdoctoral del laboratorio de Sadayappan.
Entre el 60 y el 70 por ciento de todos los pacientes que se quejan de dolor en el pecho no tienen ataques en el corazón. Muchos de estos pacientes son ingresados en el hospital, lo que implica un tiempo y un gasto considerables, hasta que se descarta definitivamente un ataque al corazón.
Un electrocardiograma puede diagnosticar los grandes ataques al corazón, pero no los más pequeños. También hay pruebas sanguíneas para varias proteínas que se asocian a los ataques al corazón, pero la mayoría de estas proteínas no son específicas del corazón. Niveles elevados de estas proteínas pueden indicar un problema que no sea un ataque al corazón, tales como una lesión muscular.
Actualmente sólo una proteína se utiliza en las pruebas sanguíneas, denominada troponina-I, la cual es específica del corazón. Sin embargo, se necesitan al menos entre 4 y 6 horas desde que sucede el ataque cardíaco para que esta proteína aparezca en sangre. Por lo que la búsqueda se centra en otra proteína liberada durante los ataques al corazón y que sea específica del corazón.
El estudio de Loyola es el primero en descubrir que la cMyBP-C está asociada a ataques de corazón, además esta proteína es específica del corazón y puede ser fácilmente detectable en un análisis de sangre dado su gran tamaño molecular y la concentración relativamente alta que presenta en sangre tras liberarse.
Los investigadores evaluaron muestras de sangre de pacientes que sufrieron ataques cardíacos. También evaluaron a ratas que sufrieron ataques cardíacos. Encontraron que tanto en los seres humanos, como en las ratas, los niveles de cMyBP.C se elevaban significativamente tras los ataques de corazón.
Sadayappan dijo que la cMyBP-C es una gran proteína de ensamblaje que estabiliza la estructura del músculo cardíaco y regula la función cardíaca. Durante un ataque cardíaco, una arteria coronaria se bloquea, y las células del músculo cardíaco empiezan a morir debido a la falta de flujo cardíaco y de oxígeno. Como las células del corazón mueren, el cMyPB-C se rompe en fragmentos y se libera a la sangre.
Sadayappan y sus colegas escribieron: “en estudios futuros, habría que determinar el curso temporal de la liberación, la concentración máxima y la vida media en el sistema circulatorio”.
Esta investigación fue apoyada por becas del National Institutes of Health y la American Heart Association.
Sadayappan posee una patente provisional para determinar los factores de riesgo asociados a la proteína cMyBP-C, con la degradación y liberación a los fluidos corporales.
Fuente: Science Daily.
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