miércoles, 27 de junio de 2012

La hormona oxitocina, muestra su potencial como tratamiento para la pérdida de peso


La hormona, perteneciente al sistema reproductor, ayuda a regular la infesta de alimentos y el metabolismo energético sin causar efectos adversos, según se concluye de un estudio realizado en animales. Los resultados se han presentado en la 94 reunión anual de la Sociedad de Endocrinología, llevada a cabo en Houston.
Secretada en el cerebro, esta hormona de origen neuronal ayuda a iniciar las contracciones del útero y de las glándulas mamarias productoras de leche durante el nacimiento y la lactancia. La principal investigación, llevado a cabo por  Yuko Maejima, también relacionaron la oxitocina con el proceso de control de ingesta y de uso de la energía.
“Estos hallazgos revelan un nuevo efecto de la oxitocina anti obesidad y anti síndrome metabólico, por eso, nuestros resultados proporcionan una avenida para desarrollar un tratamiento seguro basado en la oxitocina para tratar la obesidad”, dijo Maejima.
El exceso de peso se trata de un factor de riesgo para numerosas enfermedades, incluyéndose diabetes, enfermedades del sistema cardiovascular y cáncer. Siendo el exceso de peso el mayor problema alrededor del mundo. Las tasas de obesidad se han más que duplicado desde 1980, de acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud, la cual indica que más de 1,4 billones de adultos tienen sobrepeso de los cuales, más de 500 millones son obesos.
En un modelo de obesidad animal, los investigadores encontraron que inyecciones diarias de oxitocina reducen la cantidad de comida que los animales consumen, así como disminuir el peso de estos animales durante y nueve días después del tratamiento.
Se han observado resultados similares cuando se administra la oxitocina mediante mini-bombas implantadas. Este método de liberación de fármacos también reduce la grasa hepática, mejorando la tolerancia a la glucosa, y disminuyendo la grasa abdominal, la cual es el mayor factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares. Adicionalmente, las mini-bombas disminuyen el tamaño de los adipocitos, las células que acumulan grasa, pero no afectan adversamente a la presión sanguínea ó a los niveles de actividad.
“Los hallazgos de que el tratamiento periférico con oxitocina no tienen efecto sobre los valores normales de presión sanguínea o en la actividad locomotora del ratón modelo sugiere que la oxitocina podría no influenciar al sistema cardiovascular ó a las emociones”, dijo Maejima.
Para inducir la obesidad, los investigadores en un primer lugar alimentaron a los animales con una dieta rica en grasas. A continuación, administraron la oxitocina por medio de una inyección durante un total de 17 días, y mediante las mini-bombas implantables durante 13 días.

Fuente: Science Daily.

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