Durante la enfermedad de Alzheimer, se desarrollan en el
cerebro “placas” de Beta-amiloide y “ovillos” de la proteína Tau; hechos que
producen la muerte de neuronas y alteraciones de la señalización bioquímica
entre neuronas. Todo esto conduce a una pérdida de memoria, cambios de humor y
dificultades para razonar. La nueva investigación publicada en la revista
Alzheimer´s Research & Therapy, ha descubierto que una sobrerregulación del
gen Hes1 contrarresta, en gran medida, los efectos del beta-amiloide sobre las
neuronas, entre los que se sitúan la prevención de la muerte celular y en la
señalización gabaérgica.
El mecanismo exacto de cómo el beta-amiloide contribuye a la
enfermedad de Alzheimer no se conoce completamente, sin embargo, investigadores
del Centro Andaluz se Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), han
descubierto recientemente que el Beta-Amiloide interfiere con el factor de
crecimiento nerviosos (NGF). Una de las acciones del NGF es activar la proteína
Hes1, un factor de transcripción requerido para activar la transcripción de
otros genes. Sin este factor, la señalización neuronal gabaérgica disminuye.
Usando técnicas de terapia génica, Pedro Chacón y Alfredo
Rodríguez-Tébar aumentaron la cantidad de Hes1 en cultivos de neuronas, tanto
directamente, como mediante la activación de la proteína NF-kB, la cual aumenta
la producción de Hes1 en la propia célula, aboliendo el efecto del
beta-amiloide, y previniendo la muerte neuronal. Adicionalmente, otro factor de
crecimiento, como el TGFβ, el cual también puede activar el NF-kB, puede permitir
los efectos perjudiciales del
beta-amiloide al potenciar los niveles de Hes1.
Pedro Chacón explicó: “El beta-amiloide usualmente disminuye
el tamaño de las dendritas y de las conexiones Gabaérgicas neuronales, sin
embargo, estos efectos pueden revertirse completamente por el Hes1, NF-kB y el
TGFb. Cuando hicimos crecer neuronas en un medio con una concentración de
beta-amiloide que normalmente mataría a la mayoría de las células, el 50% de
las neuronas que producen una mayor cantidad de Hes1 son capaces de sobrevivir”.
Estos resultados demuestran que las neuronas pueden
protegerse de los efectos causados por el beta-amiloide incrementando la
cantidad de Hes1 en las células. Interpretando correctamente los efectos del
NF-kB y del TGFb en la protección por Hes1, esta investigación proporciona las
estrategias adecuadas para limitar los efectos de la enfermedad de Alzheimer.
Fuente: BioMed
Central Limited (2012, July 27). Blocking the effects of amyloid b in
Alzheimer's disease. ScienceDaily.
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