Las infecciones pueden disparar la hematopoiesis en lugares
fuera de la médula ósea, como son el hígado, el
bazo o la piel. Investigadores
de la Ludwig-Maximilians-Universitaet (LMU) en Múnich, han demostrado ahora que
un tipo específico de célula del sistema inmune facilita la formación
extramedular de las células de la sangre.
Una hematopoiesis equilibrada es esencial para el correcto
funcionamiento del sistema inmune. Durante el desarrollo fetal, la
hematopoiesis tiene lugar principalmente en el hígado y en el bazo. Al final
del desarrollo fetal, ésta se traslada a la médula ósea, quedando este tejido
como la única fuente de células sanguíneas para el resto de la vida del
individuo. Sin embargo, ciertas infecciones son capaces de reactivar la
hematopoiesis en otros tejidos, proceso que se denomina hematopoiesis
extramedular. Uno de los inductores más conocidos es el denominado
citomegalovirus (CMC), un virus perteneciente a la familia de los herpesvirus,
el cual está ampliamente extendido en las poblaciones humanas alrededor del
mundo, y puede provocar una grave enfermedad en personas que poseen un sistema
inmune inmaduro o debilitado.
Un equipo internacional de investigadores ha examinado cómo
activa este virus la hematopoiesis en los tejidos que no son la médula ósea.
Debido a que los herpesvirus son muy específicos por la especie a la que
infectan, para estudiar la hematopoiesis extramedular en un modelo animal,
tuvieron que recurrir a emplear el herpesvirus de ratón, en donde el
herpesvirus induce hematopoiesis principalmente en el bazo.
Los nuevos hallazgos revelaron una relación insospechada
entre la hematopoiesis y las células Natural Killer (NK) del sistema inmune.
Las células NK juegan un papel importante a la hora de combatir las infecciones
del CMV, dado que forman parte de la primera línea de defensa del sistema
inmune frente a este virus. En primer lugar, son capaces de reconocer y
eliminar las células infectadas con el CMV, a continuación, sintetizan y secretan una
serie de moléculas de señalización que movilizan otros tipos de células del
sistema inmune para producir un ataque conjunto frente al patógeno.
El factor decisivo que conduce a la hematopoiesis extramedular
es la capacidad de las células NK de buscar y destruir las células infectadas.
La hematopoiesis extramedular es iniciada por la reacción inflamatoria que se
produce como respuesta temprana a la infección por el CMV. Pero cuando el virus
es capaz de replicarse e infectar otras células, el patógeno suprime el
proceso, por lo que el desarrollo de la hematopoiesis extramedular en el bazo
es dependiente de la capacidad de las células NK de prevenir la expansión del
virus al eliminar las células infectadas.
La hematopoiesis extramedular por sí misma, parece que se
produce como una reacción antiretroviral. Esto a su vez tiene unas
implicaciones para el desarrollo de nuevas terapias. La estimulación específica
de los mecanismos que activan este proceso podría ayudar a luchar y resolver
las infecciones virales. A la inversa, hay situaciones en las que el sistema
inmune se sobreactiva, y el bazo crece mucho de tamaño, lo que provoca que
tenga que ser extirpado. En este contexto, la comprensión del mecanismo por el
cual el CMV suprime la hematopoiesis extramedular sería particularmente útil,
ya que se podría emplear este mecanismo como un tratamiento para impedir la
ruptura de la cápsula esplénica, lo que provoca hemorragias internas
potencialmente mortales.
Fuente: ScienceDaily
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