lunes, 25 de julio de 2011

Una nueva investigación en el cerebro sugiere que los trastornos alimentarios afectan a la función cerebral

La bulimia nerviosa, un trastorno grave asociado con episodios de pegarse atracones de comida, seguido de conductas extremas para evitar un aumento de peso, como son el vómito autoinducido, el uso de laxantes ó el ejercicio excesivo. No se conoce muy bien cómo la función cerebral puede estar involucrada en la bulimia, pero un nuevo estudio liderado por el médico Guido Frank, profesor del departamento de Psiquiatría y Neurociencia y director del programa de investigación en el desarrollo del cerebro, situado en el Campus de Medicina de Anschutz, de la Universidad de Colorado, examinó la respuesta del cerebro a la dopamina, que relaciona una tarea de aprendizaje con su recompensa, tanto en mujeres bulímicas como en sanas.

La dopamina es un neurotransmisor del cerebro, el cual ayuda a regular conductas como el aprendizaje y la motivación. Frank encontró que en las mujeres bulímicas se había debilitado la respuesta a la dopamina en las regiones cerebrales que forman parte del circuito de recompensa. Esta respuesta se relaciona con la frecuencia de los episodios de atracones y purgas. El comportamiento de comer en exceso y luego realizar las purgas podría causar una respuesta más débil y desencadenar un círculo vicioso con la función cerebral alterada.

Estos hallazgos son importantes por varias razones, en primer lugar, implica al sistema de recompensa del cerebro y relaciona la función de la dopamina en este trastorno. En segundo lugar, el comportamiento bulímico parece afectar directamente a la función de recompensa cerebral, y no se sabe si estas alteraciones desaparecen ó no tras abandonar la conducta bulímica. En tercer lugar, la dopamina en el cerebro podría ser una diana para el tratamiento de la bulimia nerviosa utilizando una medicación específica que se dirija a estas anomalías.

“Este es el primer estudio que sugiere que los circuitos cerebrales de dopamina relacionados con la recompensa y las vías que modulan nuestro deseo de comer, pueden jugar un importante papel en la bulimia nerviosa. Hemos encontrado una activación reducida de esta red en mujeres bulímicas, y más a menudo cuando los individuos tenían episodios de atracón/purga, en los cuales su cerebro respondía menos. Esto sugiere que el comportamiento del trastorno alimenticio afecta directamente a la función cerebral. Estos descubrimientos son importantes ya que el sistema del neurotransmisor dopamina en el cerebro, puede ser un importante objetivo para el tratamiento de la bulimia nerviosa”, dijo Frank.


Fuente: Science Daily


Link: Grupo de Guido Frank

No hay comentarios:

Publicar un comentario