El parásito estudiado es la Leishmania spp., el cual causa la leishmaniosis, se trasmite a través de la picadura del mosquito flebotomo que, tras un periodo de incubación, causa irritaciones cutáneas, fiebre, anemia y daña el bazo y el hígado. Esta enfermedad afecta a un total de 12 millones de personas en todo el mundo y se ha hecho resistente a los actuales tratamientos.
Los científicos expusieron el parásito a una gran variedad de fuentes de alimento. Con una tecnología de alta sensibilidad, siguieron el proceso a través de que estos nutrientes eran consumidos y absorbidos en el organismo de estos parásitos.
Según el líder del estudio, Malcolm McConville, un profesor de bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Melbourne, "utilizando esta técnica han descubierto que el parásito de la Leishmaniasis dependen mucho del uso de azúcares para crecer y tener energía".
"Esta circunstancia fue sorprendente, ya que estudios anteriores habían sugerido que estos parásitos podían ser capaces de usar diferentes nutrientes para crecer, como las grasas o los aminoácidos", señala McConville, para quien estos parásitos son "más delicados de lo que se pensaba y por ello más vulnerable a los ataques terapéuticos".
"Queremos ver si podemos desarrollar nuevos fármacos que inhiban el metabolismo del azúcar en el parásito. Estos fármacos podrían no sólo prevenir que el parásito creciera e infectara nuevos tejidos, también podría hacerles más vulnerables a la respuesta inmune de organismo anfitrión", concluye.
Fuente: Europa Press
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