Altas dosis de vitamina D alivia el dolor articular y el dolor muscular de muchos pacientes de cáncer de mama que toman fármacos para disminuir los niveles de estrógenos, de acuerdo a un nuevo estudio proveniente de la Washington University School of Medicine en St. Louis.
Los fármacos, conocidos como inhibidores de la aromatasa, se recetan comúnmente con el objetivo de reducir los tumores en las mamas, los cuales se producen gracias a los estrógenos, una hormona, y ayudan a prevenir la reaparición del cáncer. Estos fármacos son mucho menos peligrosos que la quimioterapia, pero en muchos pacientes, este fármaco puede causar molestias musculares y esqueléticas graves, entre las que se incluyen dolor, rigidez en las manos, muñecas, rodillas, cadera, lumbago, hombros y pies.
“Alrededor de la mitad de los pacientes pueden experimentar estos síntomas”, dijo Antonella L. Rastelli, principal autora del estudio, el cual se ha publicado en la revista Breast Cancer Research and Treatment. “No sabemos exactamente por qué se presenta el dolor, pero éste puede ser muy debilitante, hasta el punto en que los pacientes deciden dejar de tomar el inhibidor de la aromatasa”.
Debido a que este fármaco reduce la reaparición del cáncer, encontrar una vía para ayudar a los pacientes a seguir con el fármaco es importante a largo plazo, para conseguir una supervivencia sin recaídas, de acuerdo con Rastelli. Los inhibidores de la aromatasa se prescriben a mujeres postmenopáusicas, a los cinco años siguientes, ó incluso más tiempo, después del diagnóstico de cáncer de mama. Existe alguna evidencia de que los pacientes que experimentaron los efectos secundarios de este medicamente son menos propensos a recaer en un nuevo cáncer, por lo que proporciona aún más incentivos para ayudar a estos pacientes a seguir tomando esta medicación.
Marie E. Taylor, compañera de Rastelli, fue la primera en notar que los pacientes tratados con inhibidores de la aromatasa, que sufren estos dolorosos efectos secundarios, éstos se alivian con altas dosis de vitamina D.
Por lo que el grupo de Rastelli reclutó a 60 pacientes los cuales padecían dolor y molestias asociadas con el fármaco anastrozol, uno de los 3 inhibidores de la aromatasa aprobados por la FDA. Estos pacientes estudiados, además, tenían bajos niveles de vitamina D. A la mitad del grupo al azar se le asignó recibir la dosis diaria recomendada de vitamina D (400 unidades internacionales) más una cápsula a la semana que contenía 50.000 unidades de vitamina D; a la otra mitad recibió la dosis recomendada, 400 unidades al día, más un placebo semanal. Todos los sujetos del estudio recibieron 1000 miligramos de calcio al día.
Los pacientes del estudio reportaron cualquier dolor que experimentaron a través de 3 cuestionarios diferentes. Se les pidió cuantificar la cantidad de dolor, así como cuánto alteraba el dolor su estado de ánimo, afectaba a su trabajo y afectaba a sus relaciones y actividades diarias. Los resultados muestran que los pacientes que recibieron altas dosis de vitamina D cada semana tuvieron significativamente menos dolor muscular y esquelético, además eran menos propensos a experimentar dolor que interfiera con su vida diaria.
“Las altas dosis de vitamina D parecen ser muy eficaces para reducir el dolor muscular y esquelético causado por los inhibidores de la aromatasa”, dijo Rastelli. “Los pacientes que reciben la alta dosis de vitamina D una vez por semana se sienten mejor, porque su dolor se reduce y a veces, desaparece completamente. Esto hace que el fármaco sea mucho más tolerable. Millones de mujeres alrededor del mundo usan la terapia basada en inhibidores de la aromatasa, y ahora tenemos una herramienta que nos permita ayudarles a permanecer con la medicación durante más tiempo”.
Como el anastrozol usado en este estudio, los otros dos inhibidores de la aromatasa aprobados por la FDA, el letrozol y el exemestano, también causan dolor muscular y esquelético. Teniendo en cuenta que producen efectos secundarios similares, Rastelli dice que los pacientes tratados con estos fármacos también pueden beneficiarse de altas dosis de Vitamina D.
La vitamina usada en este estudio es de origen vegetal y se denomina vitamina D2. Rastelli dice que los mejores resultados se logran cuando la Vitamina D se administra semanalmente, porque el cuerpo tarda entre 7 y 10 días en metabolizarla. Rastelli y sus colegas no utilizaron altas dosis de vitamina D3, porque ésta tarda más tiempo en metabolizarse.
“Este estudio se ha llevado a cabo con mucho cuidado, y el control con placebo hace que los resultados sean bastante convincentes”, dijo Matthew J. Ellis, el autor principal del estudio y director del Breast Cancer Program en el Alvin J. Siteman Cancer Center en el Barnes-Jewish Hospital y el Washington University School of Medicine en St. Louis. “Debemos seguir de cerca estos resultados adicionales para determinar el enfoque más eficaz y seguro para la suplementación con vitamina D en los pacientes con cáncer de mama”.
Dado que la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un exceso de vitamina D podría causar la aparición de altos niveles de calcio en orina, lo que puede aumentar el riesgo de aparición de cálculos renales. Como posibles efectos secundarios, se destaca la importancia de seguir en los pacientes los niveles de calcio en orina mientras se toman las dosis altas de vitamina D.
“Es importante realizar un seguimiento de los pacientes, pero por lo general, parece que es muy seguro. Debido a que la vitamina D2 se elimina rápidamente del cuerpo, es difícil sufrir una sobredosis”, dijo Rastelli.
Además de aliviar el dolor, el grupo quiere determinar si la vitamina D podría proteger contra la pérdida de masa ósea que a menudo se ve en pacientes que toman inhibidores de la aromatasa. Los investigadores midieron la densidad ósea de cada paciente al comienzo del estudio y de nuevo tras 6 meses.
Quizás debido a su papel en la absorción de calcio, las altas dosis de vitamina D parecen ayudar a mantener la densidad ósea en el cuello del fémur, situado en la parte superior del muslo cerca de la articulación de la cadera. Aunque este resultado no alcanzó a teres una significación estadística, Rastelli afirma que este resultado es prometedor y digno para estudios futuros.
“Es genial que tengamos algo tan simple como la vitamina D para ayudar a los pacientes a aliviar algo de su dolor. No es tóxico, no causa efectos secundarios, y si realmente protege contra la pérdida ósea, es mucho mejor”, dijo Rastelli.
Este estudio fue financiado por la farmacéutica Astra-Zeneca, la cual produce el inhibidor de la aromatasa anastrozol, vendido con el nombre comercial de Arimidex.
Fuente: Science Daily
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