A pesar de la enfermedad de Parkinson es la segunda
enfermedad neurodegenerativa más prevalente en los EE.UU., no existen pruebas
clínicas estándar para identificar esta enfermedad. Como resultado, la
enfermedad de Parkinson a menudo pasa inadvertida hasta un periodo muy avanzado
en su progresión, cuando las neuronas afectadas del cerebro ya han sido
destruidas y los síntomas motores principales, como el temblor y la rigidez, ya
han aparecido.
Ahora, los investigadores del Centro Médico Beth Israel
Deaconess (BIDMC) han descubierto que un elemento clave esencial para el
diagnóstico de la enfermedad de Parkinson puede estar debajo de la piel.
En un estudio publicado en la revista Neurology, los investigadores reportaron que la presencia de altos
niveles de la proteína alfa-sinucleína, la cual se pueden detectar en la piel
de los pacientes de Parkinson. Estos resultados ofrecen un posible biomarcador
que permita a los médicos diagnosticar la enfermedad de Parkinson antes de que
la enfermedad ha alcanzado una etapa avanzada.
La enfermedad de Parkinson afecta a más de 1 millón de
personas en los EE.UU. Actualmente es diagnosticada a través de la historia
clínica y de un examen neurológico, a menudo realizado por el médico de
cabecera.
"La gran mayoría de veces los expertos se equivocan en
el diagnóstico” dice el autor Roy Freeman, de la Escuela de Medicina de
Harvard. "Un biomarcador fiable podría ayudar a los médicos a diagnosticar
con más precisión la enfermedad de Parkinson en una etapa más temprana y por lo
tanto ofrecer a los pacientes terapias antes de que la enfermedad haya
progresado."
La alfa-sinucleína es una proteína que se encuentra en todo
el sistema nervioso. Aunque su función es desconocida, es el componente
principal del grupo de proteínas conocido
como cuerpo de Lewy, que se consideran el sello distintivo de la enfermedad de
Parkinson. Cada vez se acumulan más evidencias de que esta proteína juega un
papel esencial en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
"La acumulación de la alfa-sinucleína se produce en las
primeras etapas de la enfermedad de Parkinson y precede a la aparición de los
síntomas clínicos", explica Freeman, quien con sus coautores sospecha que
la expresión de esta proteína se eleva en estructuras de la piel que presentan
inervación autónoma.
"Los síntomas relacionados con el sistema nervioso
autónomo, entre los que se incluyen cambios en la función intestinal, en la
regulación de la temperatura y en el control de la presión arterial, pueden
preceder a los síntomas motores en pacientes con Parkinson", explica.
"Manifestaciones autonómicas relacionados con la piel, entre las que se
incluyen la sudoración excesiva y reducida, cambios en el color de la piel y
una temperatura excesiva de ésta. Estos síntomas se producen en casi dos
tercios de los pacientes con enfermedad de Parkinson. La piel puede
proporcionar una ventana de acceso para el sistema nervioso y sobre la base de
estas observaciones clínicas, decidimos probar si el examen de los nervios en
una biopsia de la piel podría ser utilizado para identificar un posible
biomarcador de la enfermedad de Parkinson".
Para probar esta hipótesis, el equipo de investigadores recopiló
a 20 pacientes con la enfermedad de Parkinson y a 14 sujetos de control de edad
y sexo similar. Los participantes se sometieron a exámenes de para probar el
sistema nervioso autónomo, y biopsias de piel en tres ubicaciones en la pierna.
Se midió la deposición de alfa-sinucleína y la densidad de las fibras nerviosas
sensoriales, sudomotoras y pilomotoras cutáneas.
Como se predijo, sus resultados mostraron que la expresión
de la alfa-sinucleína se incrementó en los nervios cutáneos que interactúan con
las glándulas sudoríparas y los músculos pilomotores en los pacientes de
Parkinson. Una elevada deposición de alfa-sinucleína en los nervios que inervan
las estructuras autonómicas de la piel se asoció con la enfermedad más avanzada
de Parkinson y el empeoramiento de la función autonómica.
"Existe una fuerte necesidad de un biomarcador para la
enfermedad de Parkinson", dice Freeman. "La deposición de
alfa-sinucleína dentro de la piel tiene el potencial de proporcionar un
biomarcador seguro, accesible y repetible. Nuestros próximos pasos serán probar
si esta proteína está presente en los nervios cutáneos de individuos en
situación de riesgo para la enfermedad de Parkinson, y si la cuantificación de
la deposición de la alfa -sinucleína en la piel puede diferenciar la enfermedad
de Parkinson de otros trastornos neurodegenerativos".
Fuente: ScienceDaily
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