lunes, 16 de febrero de 2015

Descubiertas dos moléculas de señalización celular capaces de detener la metástasis del melanoma

En lo que se cree que es el mayor análisis epigenético de moléculas de señalización celular en las primeras etapas del desarrollo del melanoma, los investigadores de la NYU Langone Medical Center han identificado dos pequeños fragmentos de material genético no codificante en tumores primarios que son esenciales para detener la propagación del cáncer y establecer así camino por el que se va a desarrollar la enfermedad.
En un artículo publicado en la revista National Cancer Institute, los investigadores afirman que la localización de estos pequeños fragmentos, denominados "microRNAs" , concretamente el miR-382 y el miR-516b, podrían servir de base para futuras pruebas médicas que identifiquen aquellos melanomas más probables de causar metástasis y la muerte del paciente. De hecho, el equipo de NYU Langone que condujo este estudio ya ha iniciado un estudio de seguimiento clínico para ver si estos microRNAs tienen un valor pronóstico similar en la identificación de aquellos pacientes con melanoma cuyo cáncer es más probable que cause metástasis en el cerebro. Casi la mitad de las personas que mueren por un melanoma maligno es debido a la metástasis que produce en el cerebro, señalan.
Los microARN son factores epigenéticos, primos químicos del ADN que ayudan a regular la función de los genes. Pero a diferencia de otros tipos de ARN, microRNAs no se traducen en proteínas específicas.
La detección de los microRNAs supresores surgió del análisis de más de 800 microRNAs encontrados en muestras de tejido tumoral de 92 pacientes con melanoma maligno. El 48 de los pacientes tenían un melanoma maligno muy agresivo, mientras que el resto no era agresivo. Las biopsias del tejido tumoral obtenidas de aquellos pacientes que aceptaron donar sus muestras a un banco de tejidos para la investigación, que se mantiene a NYU.
"Nuestros resultados del estudio muestran los efectos supresores de dos microRNAs específicos del melanoma, que son menos activos en los tumores primarios agresivos", dice la bióloga celular e investigadora principal del estudio, la doctora Eva Hernando. "En el futuro, nuestro objetivo es mostrar cómo podemos utilizar esta información para identificar a los pacientes que presentan un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad agresiva de una manera precoz, u proporcionarle terapias más intensas para aumentar la supervivencia del paciente".
La Sociedad Americana del Cáncer estima que en el año 2015, se diagnosticarán unos 73.870 nuevos casos de melanoma en los Estados Unidos, produciéndose cerca de 9.940 muertes.
De acuerdo con el oncólogo y el co-investigador del estudio, el médico Iman Osman, profesor en el Departamento de Dermatología de la NYU. "Ahora que sabemos que el destino de los melanomas malignos es influenciado por estos microRNAs, podemos investigar si este principio se aplica en otros tumores y qué intervenciones son posibles para prevenir o detener su propagación".
Como parte del estudio, los investigadores centraron su análisis en 40 microRNAs encontrados activos o inactivos en los tumores en fase inicial, que habían crecido más de 2 milímetros y eran, por lo tanto, posible su propagación. Se diseñaron otros experimentos para demostrar si estos microRNAs ayudaban u obstaculizaban la metástasis en células cultivadas en laboratorio.  Esto ayudó a reducir la búsqueda a sólo unos pocos microRNAs. Cuando el equipo de científicos comparó sus resultados, con los microRNAs encontrados activos o inactivos en un conjunto adicional de muestras de tejido de 119 personas con melanoma en fase temprana, sólo se localizaron en menor cantidad dos microRNAs en los cánceres localizados que no producían metástasis.
Por otra parte, los investigadores demostraron que, las inyecciones en ratones de células de melanoma humano programadas para producir una sobreactivación de los microRNAs miR-382 o miR-516b bloquearon con éxito la propagación del cáncer, mientras que las inyecciones de células de melanoma a las que no alteraron la actividad de estos dos microRNAs producen una propagación del cáncer significativa.


Fuente: ScienceDaily

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