La esquizofrenia no sólo se asocia con síntomas positivos
como alucinaciones y delirios, sino también con los síntomas negativos, como el
déficit cognitivo y alteraciones de la unidad emocional. Hasta ahora, los
mecanismos subyacentes de estos síntomas negativos no habían sido bien
caracterizados. En un artículo publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS) un equipo de investigadores alemanes y estadounidenses, con
la colaboración de la Universidad Goethe, ha descubierto que una población de
neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo es esencial para el procesamiento
emocional y cognitivo, y esta población posee una menor actividad eléctrica en
un modelo en ratón de esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica grave e
incurable, que afecta aproximadamente al uno por ciento de la población
mundial. Mientras que los estados psicóticos agudos de la enfermedad han sido
tratados con éxito con agentes antipsicóticos durante muchas décadas, los
déficits cognitivos y las alteraciones de la motivación no responden bien al
tratamiento farmacológico estándar. Este es un problema crucial, ya que el
pronóstico a largo plazo de un paciente se determina sobre todo por la
severidad de estos síntomas negativos. Por lo tanto, la esperanza de vida de los
pacientes con esquizofrenia es de unos 25 años y se mantuvo prácticamente sin
cambios en las últimas décadas.
"Con el fin de desarrollar nuevas estrategias de
terapia necesitamos un mejor conocimiento neurobiológico de los síntomas
negativos de la esquizofrenia", explica el Prof. Roeper del Instituto de
Neurofisiología de la Universidad Goethe. Sus colegas estadounidenses, el Prof.
Eleanor Simpson y el Prof. Eric Kandel en la Universidad de Columbia en Nueva
York recientemente hicieron un primer paso importante en esta dirección. Los
investigadores crearon un nuevo modelo de ratón transgénico basado en la sobreexpresión
del receptor de dopamina typ 2 en el núcleo estriado, mostrando los ratones los
signos típicos de los síntomas negativos cognitivos y emocionales similares a
los que ocurren en pacientes con esquizofrenia. Los investigadores detectaron un
deterioro típico en la memoria de trabajo con los correspondientes cambios
neuroquímicos de la dopamina en la corteza prefrontal. Sin embargo, las
alteraciones neurofisiológicas subyacentes de las neuronas de dopaminérgicas
permanecían sin resolver.
Ahora, el profesor Eleanor Simpson y el profesor Jochen
Roeper, en colaboración con el matemático Prof. Gaby Schneider, de la
Universidad Goethe y el fisiólogo Prof. Birgit Liss de la Universidad de Ulm
han logrado definir las alteraciones neurofisiológicas en el sistema de la
dopamina. Fueron capaces de mostrar, con registros de células individuales en
el cerebro intacto de los ratones, que esas neuronas dopaminérgicas del
mesencéfalo responsables del procesamiento emocional y cognitivo muestran
patrones y frecuencias de actividad eléctrica alteradas. En contraste, las
neuronas de dopaminérgicas adyacentes, que están implicados en el control
motor, no se vieron afectadas.
Los investigadores también fueron capaces de mostrar que, de
acuerdo con la persistencia de déficits cognitivos en ratones y pacientes, los
patrones de descargas eléctricas alterados de las neuronas dopaminérgicas
persistieron incluso después de que el transgén causal hubiera sido eliminado
en ratones adultos. "Este resultado pone de relieve la presencia de una
fase crítica temprana para el desarrollo de los déficits cognitivos en la
esquizofrenia", según Roeper. Él y sus colegas actualmente están
examinando cómo los cambios en la actividad de las neuronas dopaminérgicas
afectan a las tareas de memoria de trabajo. "Nuestros resultados muestran
que la actividad neuronal alterada específica de las neuronas de dopaminérgicas
es crucial para la esquizofrenia", dijo Jochen Roeper.
Fuente: ScienceDaily
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