Los pacientes con diabetes tipo 2 segregan no solo muy poca insulina sino también demasiado glucagón, lo que contribuye a un control deficiente de los niveles de glucosa en sangre. Un nuevo estudio de la Universidad de Uppsala, y publicado el 20 de abril en la revista Nature Communications, sugiere que esto se debe a que las células α, secretoras de glucagón, se han vuelto resistentes a la insulina. En individuos sanos, la insulina le indica al cuerpo que debe de absorber la glucosa, reduciendo así sus niveles en sangre y proporcionando energía a los tejidos. En pacientes con diabetes tipo 2, este mecanismo falla, porque los tejidos absorbentes de glucosa se vuelven resistentes a la acción de la insulina y porque se libera muy poca hormona a la sangre. Esto conduce a niveles elevados de glucosa en sangre y complicaciones a largo plazo que a menudo se vuelven incapacitantes o incluso potencialmente mortales.
A menudo, los diabéticos tipo 2 también tienen niveles elevados de glucagón, otra hormona que libera el páncreas. El glucagón contrarresta los efectos de la insulina al indicar al hígado que libere glucosa almacenada a la sangre. Después de una comida, la liberación de glucagón normalmente se bloquea para evitar la producción excesiva de glucosa por el hígado. Cuando esto falla en pacientes diabéticos, el exceso de glucagón contribuye a un círculo vicioso que exacerba los ya altos niveles de glucosa en la sangre de los diabéticos. A pesar de esta función vital del glucagón, se sabe relativamente poco acerca de cómo se regula su liberación. Utilizando técnicas avanzadas de microscopía, un equipo dirigido por Omar Hmeadi en el grupo de investigación de Sebastian Barg en la Universidad de Uppsala ahora agrega información sobre cómo las células α productoras de glucagón son controladas por la glucosa.
Como se esperaba, los experimentos mostraron que el glucagón se secreta durante los períodos de glucosa baja, mientras que los niveles altos de azúcar bloquean eficientemente su liberación. Sin embargo, en las células α de los diabéticos tipo 2, esta regulación fue alterada y la glucosa alta ya no bloqueó la liberación de glucagón. Para descubrir por qué, Hmeadi y sus colegas aislaron las células α y las separaron del tejido subyacente en el páncreas. Sorprendentemente, las células ahora se comportaron de manera 'diabética' y continuaron secretando glucagón incluso cuando la glucosa estaba elevada.
La razón, explica Hmeadi, es que las células α normalmente están bloqueadas por la insulina y otras hormonas que se liberan a niveles altos de glucosa en la sangre de las células cercanas. Cuando las células se separan entre sí, esta comunicación de célula a célula se pierde y la secreción de glucagón continúa incluso cuando no debería. Pero, ¿por qué las células α aisladas se comportan como si fueran diabéticas? Resulta que las células α en la diabetes tipo 2 se vuelven resistentes a la insulina, al igual que el hígado, el tejido graso y el tejido muscular. El resultado es que la liberación de glucagón ya no se inhibe durante el incremento de los niveles de glucosa en sangre a la hora de comer, y esto conduce a niveles elevados de la hormona en la diabetes tipo 2.
Los investigadores esperan que los hallazgos contribuyan a una mejor comprensión de la diabetes tipo 2 humana y guíen el desarrollo de mejores estrategias de tratamiento.
Fuente de la noticia: Uppsala University. "Type 2 diabetes: Too much glucagon?." ScienceDaily. ScienceDaily, 20 April 2020. www.sciencedaily.com/releases/2020/04/200420110018.htm
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