Un nuevo estudio describe cómo la hiperactivación de la proteína quinasa activada por AMP (AMPK), promueve que se produzca la neurodegeneración producida en la Enfermedad de Huntington. Este estudio se ha publicado en la revista Journal of Cell Biology.
La agregación de la proteína Huntingtina mutante en la Enfermedad de Huntington, altera muchos procesos celulares, entre ellos también se incluye el metabolismo. La enzima AMPK, una proteína que equilibra la producción y uso de la energía por parte de la célula, se activa anormalmente en el cerebro de ratones afectados con la Enfermedad de Huntington, pero se desconoce si la AMPK participa en proteger las neuronas del desequilibrio metabólico asociado con la Enfermedad de Huntington ó si contribuye a la muerte neuronal.
Yijuang Chern y sus colegas, determinaron que la isoforma alfa-1 de la AMPK se activa específicamente y se transporta al núcleo de las neuronas en el ratón empleado como modelo de la Enfermedad de Huntington, mientras que la isoforma alfa-2 no se ve afectada. Un inhibidor de la Proteína Kinasa II dependiente de Calcio/Calmodulina, reduce la actividad de la AMPK, lo que sugiere que la isoforma alfa-1 de la AMPK se activa mediante esta quinasa, probablemente se produce debido a que en las neuronas con la Enfermedad de Huntington se interrumpe la señalización celular con calcio. Una mayor estimulación de la AMPK por la inyección de la droga activadora de la AMPK denominada AICAR, aumenta la muerte de neuronas y disminuye la vida media de los ratones con la Enfermedad de Huntington. El AICAR también promueve la muerte de líneas celulares neuronales, observándose un efecto contrario al administrar un inhibidor de la AMPK. En la forma activa, la AMPK, isoforma alfa-1 nuclear, promueve la apoptosis neuronal mediante la reducción de la expresión del factor de supervivencia celular Bcl2. Los niveles de Bcl2 y la supervivencia celular se recuperaron con CGS21680, un fármaco que alivia los síntomas de la Enfermedad de Huntington en ratones.
La AMPK también está hiperactivada en los cerebros de personas afectadas con la enfermedad de Huntington, lo que sugiere que esta kinasa podría ser una posible diana terapéutica. Ahora, tras estos descubrimiento, Chern quiere investigar cómo las isoformas alfa-1 y alfa-2 de la AMPK se regulan diferencialmente en el tejido nervioso.
Fuente: Science Daily
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