viernes, 5 de agosto de 2011

Descubiertos nuevos fármacos que se pueden utilizar en la lucha contra la malaria

Ante el aumento de las resistencias, es necesario encontrar nuevos medicamentos eficaces contra el parásito que causa la malaria. Gracias a una investigación del Instituto Nacional de Salud de EEUU (NIH), los expertos descubrieron recientemente un total de 32 compuestos muy eficaces en la destrucción de este microorganismo con los que trabajar.

"Nuestra arma más poderosa está amenazada", advertía a principios de año Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los casos de resistencia a los tratamientos derivados de la artemisina, la cual es la terapia de elección contra la malaria, cada vez son más frecuentes y ponen en riesgo el control y eliminación de la enfermedad.

Aunque los análisis masivos de las bases de datos de compuestos y fármacos han dado con varios posibles candidatos, la realidad es que las opciones siguen siendo las mismas de las últimas décadas. Hay muchos proyectos en marcha, tanto para el desarrollo de terapias como para dar con una vacuna, pero ningún resultado.

"Los nuevos fármacos y un mejor conocimiento de sus mecanismos de acción y de aparición de resistencias son esenciales para cumplir la promesa de erradicar la malaria", escriben los responsables de este estudio en las páginas de la revista Science. Sus hallazgos arrojan luz sobre estos tres aspectos.

En primer lugar, revisaron la Colección Farmacéutica del Centro de Genómica Química del NIH, el cual contiene un total de 2.816 moléculas registradas o aprobadas para su uso en humanos o animales. Estos compuestos se probaron contra 61 cepas del parásito de la malaria y 32 de estos compuestos mostraron una alta eficacia contra 45 de estas cepas del parásito de la malaria.

Los autores identificaron, gracias a un estudio genómico, sobre qué actuaban estos compuestos, si lo hacían "sobre los mismos o diferentes genes o vías bioquímicas", explica Nick Cammack, de la compañía GlaxoSmithKline, en el artículo que acompaña al trabajo. "Esto es importante porque usar dos fármacos que van dirigidos a mecanismos celulares distintos hace menos probable que el parásito desarrolle resistencias a ambos".

De este modo, el trabajo del NIH no sólo proporciona nuevos candidatos contra la malaria sino que facilita la elección de buenos pares de fármacos para el tratamiento de esta enfermedad. Además, destaca Cammack, que abre "una nueva vía para estudiar los determinantes genéticos de las resistencias".

Fuente: El Mundo

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